Las Garzas: octubre 2012

Por Nicolás Laplume
22 de octubre de 2012

Luego de veinticinco años, Abel regresa a un pueblo del litoral. Trae una carta extraviada en la que una mujer que amó en su juventud, le confesaba estar embarazada.

Al llegar descubre que ella ya no está con vida; encuentra en su lugar una muchacha embarazada que le habla en guaraní.

Es esposa de su hijo. A través de ella, mientras esperan el regreso del muchacho que trabaja como “pasero” trayendo cosas desde el otro lado del río, irá recapitulando su vida y recobrando una parte de sí que creía perdida para siempre. El encuentro lo obligará a enfrentar sus errores y reflexionar acerca del devenir, lo inevitable, lo eterno, mientras volverá a comprender el lenguaje, musical y paciente con que se expresan los elementos. Este el argurmento de una obra llena de matices y “tempos” de reflexión y espera. El espectador siente y eso solo se logra cuando una obra tiene un buen director y actores que lo acompañan.

Hernás Bustos como dramaturgo y director de “LAS GARZAS” logra momentos en la pieza emotivos y profundos como el encuentro padre e hijo. Sin mediar una sola palabra, uno entiende todo los sentimientos, pensamientos y sensaciones que viven los personajes. Con un lenguaje definido y una puesta exacta.

Una revelación Sabina Buss, como la mujer de Abel hijo. Su naturalidad y frescura en su composición, es el gran atractivo dentro de la obra.

Gabriel Szulewicz correcto como el padre que busca el reencuentro.

José Luciano González es uno de los prometedores nuevos actores que aparecen en la escena nacional, siempre eficaz en sus trabajos, con una personalidad sobre el escenario definida y que maneja con gran solvencia. Logra en su personaje plagado de sentimientos encontrados, entre el abandono y el amor una potente composiciòn.

Destacable son la escenografñia de Jorge Ferro y luces de Leandra Rodriguez,

“Las Garzas” es un espectáculo conmovedor.

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